Datos de Entre Ríos: cómo está la producción tras las lluvias del último trimestre

Pablo Fontanini, ingeniero Agrónomo del SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, brindó detalles de los efectos causados por las condiciones meteorológicas del Fenómeno del Niño.

Según explicó el especialista, de acuerdo a las imágenes satelitales, se observa «una superficie que podría llegar a posicionarse alrededor de las 420.000 hectáreas implantadas», lo que representaría un incremento cercano al 20% en comparación con el año pasado. A la vez, implica «una superficie levemente inferior a lo que fue el anteaño», agregó.

Cabe destacar que Entre Ríos, por su matriz productiva con un alto componente en la industria porcina y también aviar, tanto en la costa del río Uruguay como en la del río Paraná -principalmente en Crespo-, tiene una alta demanda de maíz, consideró Fontanini.

Pablo Fontanini, ingeniero Agrónomo del SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

En ese sentido, aseguró: «Si lo llevamos a toneladas, tenemos alrededor de 1.900.000 que consume la parte avícola de carne y alrededor de unas 400.000, que es la parte de huevo; si incorporamos también la parte de porcino, que ha ido creciendo, son unas 200.000 toneladas más, por lo que el consumo en estas tres producciones es cercano a las 2.500.000 toneladas que se necesitan como insumo para producir».

¿Qué ocurrió con el Fenómeno del Niño?

El ingeniero agrónomo sostuvo que el fenómeno se comportó según los pronósticos que tenían previstos, ya que «en noviembre, diciembre y la primera quincena de enero, las lluvias fueron iguales o superiores a la normal».

Asimismo, consideró que las precipitaciones de diciembre «dieron un buen abastecimiento al maíz; sobre todo, en la costa del río Uruguay y el centro y sur de la provincia, donde pudieron sembrar y tuvieron una performance alta».

Las estimaciones del maíz y la soja

Desde Bolsacer contaban con una estimación del maíz que se situaba entre 7.500 y 7.600 kilos por hectárea. «Si tomamos la comparación del último lustro, donde hay que recordar tres eventos del Fenómeno de la Niña, que perjudicaron al maíz, obviamente estamos en condiciones favorables para el cultivo. Pero no ha sido quizás de los mejores como fue el ciclo 2018/19», detalló.

Por otro lado, para la soja se proyectaban unas 400.000 hectáreas de primera y unas 620.000 de segunda, que fue todo lo que se pudo sembrar durante la segunda quincena de noviembre y primeros días de octubre. «En general, tuvo un muy buen desarrollo y los mayores inconvenientes vinieron con diciembre por los excesos hídricos», remarcó.

Y explayó: «Hubo dos o tres eventos importantes que generaron planchado y pérdida de planta; en algunos casos fue necesaria la resiembra pero hay que recordar que, como veníamos de una campaña donde el productor perdió gran parte de la semilla y los lotes de soja, quedaron lotes con bajo stand que quizás deberían haberse resembrado pero no estaba el insumo para hacerlo».

«La condición de la soja de primera prácticamente era de buena a muy buena en el 90% del área y, en la soja de segunda, por estos inconvenientes en la siembra de los lotes más tardíos de diciembre, podríamos evaluarla en un 50% buena a un 50% regular», concluyó.