Con una mirada holística, aplican un sistema de producción que respeta los tiempos de la naturaleza.

«Es una elección de vida, hace 33 años que vivimos aquí», aseguró el Ingeniero Agrónomo Rodolfo Zechner, quien junto a su esposa Bettina Mampaey, llegaron hasta Colonia Belgrano, Santa Fe, desde Córdoba, para implementar un sistema de producción que se convirtió en un modo de vida.
Se trata de una perspectiva que acompaña los tiempos de la naturaleza y se acomoda a sus requerimientos para la producción lechera y la recría de ganado bovino. Es un sistema regenerativo y holístico, único en su tipo, que muestra importantes resultados y beneficios.
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Biomímica, el concepto que permite a restitución de los suelos
«La regeneración se da cuando restituimos los procesos ecosistémicos. Por ejemplo, el flujo de energía, que es la capacidad de fotosíntesis; el favorecimiento del ciclado del agua, que está relacionado a la infiltración en la materia orgánica del suelo; y la biodiversidad», comentó Zechner.
Y agregó: «Cuando los procesos ecosistémicos están funcionando, y potenciados, generan nueva vida en el suelo y se restituye una situación original que se ha perdido o degradado». Asimismo, indicó que hay metodologías aprobadas a nivel internacional para medir el impacto de la actividad regenerativa según índices que muestran los resultados.
Sumado a esta perspectiva de producción respetuosa de los tiempos del medioambiente, el proceso se acompaña con la no utilización de pesticidas, químicos, organismos genéticamente modificados, entre otros insumos para la agricultura. «Ahí tenemos coincidencia entre lo regenerativo y lo orgánico, que sería una situación superadora del medioambiente y la producción del alimento», afirmó.
«La naturaleza funciona por sí misma y ni siquiera nos imaginamos la cantidad de interacciones que existen. La producción regenerativa busca imitar ese comportamiento natural: la naturaleza tiene en sí misma esa sabiduría e impulso para restituir una situación que se degradó. Copiar cómo lo hace la naturaleza, ese es el camino», explicó.
Rodolfo Zechner: «¿Quién inventó el término de bienestar animal?»
«Tenemos que preguntarnos quién lo inventó, no escuché a ningún animal decirlo», bromeó el ingeniero y agregó: «Desde esa perspectiva, qué es la salud es una buena pregunta; que yo esté súper cómodo no significa bienestar, tiene que existir movimiento o cierto esfuerzo para que un animal esté sano».
«En este sistema, los animales caminan mucho. El pasto no tiene la digestibilidad de un ray grass de tres hojas ni una alfalfa de ocho nudos, sino que es más baja. En vez de ser un pasto de 2,6 mega es un pasto que tiene 2,1 o 2. Tiene que hacer un esfuerzo el animal y todo eso está mucho más en consonancia con cómo es el arquetipo de ese rumiante, que es lo que nosotros pretendemos. Hay que encontrar un equilibrio, sin el rumiante no existirían las pampas húmedas del planeta», argumentó.
«Fuimos, somos y seguiremos siendo aprendices»
Zechner no se siente cómodo con el mote de especialista o referente, pero su experiencia lo ubica en ese lugar. «Quiero sacarme ese título porque me puede llegar a quedar grande», aseguró. No obstante, uno de los puntos más importante es la medición de la eficiencia de este sistema productivo, para lo cual se tienen en cuenta índices del sistema integral y no sólo por cantidad de litros de leche producida o preñez.
«Medimos el porcentaje de preñez a los 5 meses de terminado, porque empezamos y se termina, estuvimos en un tambo con 92%, en 89% el otro y 90% en vaquillonas. Son vacas de cría de punta, en un campo de cría y lo hemos logrado en el tambo», destacó.
No obstante, Zechner analiza todo el contexto y presta especial atención a las posibles deficiencias a corregir. «También digo la contracara porque para lograr resultados de ese tipo, fuimos muy estrictos y, en los últimos tres años, vaca que no se preñaba, se iba. Entonces, tuvimos un porcentaje más alto de rechazo», agregó.
Cómo es un día de trabajo en el Establecimiento La Invernada
El campo tiene 1.500 hectáreas y cuenta con 26 personas que están directamente afectadas a la actividad del lugar. Sin embargo, hay otra gran cantidad de trabajadores que están involucrados de manera part time y muchos otros que asisten con su asesoramiento técnico.
Por lo tanto, podría considerarse que el grupo de trabajo de La Invernada supera los 35 o 40 personas.
El Ingeniero Agrónomo Nicolás Benzi es uno de los trabajadores del lugar, quien también está comprometido 100% con este sistema de producción que desafía las tendencias actuales y favorece la regeneración de los suelos, con una profunda conexión con la naturaleza y el medioambiente.
El manejo de pasturas
Las «guacheras»
El proceso de recría
La historia de Pauline
Pauline Erdmann es una Médica Veterinaria que hizo una pasantía en el Establecimiento La Invernada y decidió volver para seguir trabajando con ellos.