Qué son los Ensayos de Larga Duración, el valioso aporte del INTA Paraná para mejorar los agroecosistemas

El INTA Paraná realizó una Jornada de Ensayos de Larga Duración, en el que mostró los resultados de sus estudios a los productores, con el objetivo de aportar mayor sustentabilidad y mejorar los sistemas productivos.

La permanencia y vigencia de Ensayos de Larga Duración (ELD) dan un gran valor para determinar efectos de mediano y largo plazo de las diferentes prácticas de manejo y constituyen un insumo raramente disponible, pero necesario, para una correcta modelización y validación de diferentes alternativas productivas.

De hecho, desde hace 50 años el INTA lleva adelante 70 ensayos de larga duración, distribuidos en 30 Unidades, en los que se busca entender la dinámica de los distintos sistemas productivos en el tiempo y visualizar las tendencias que pueden generar las diversas prácticas de manejo.

Los Ensayos de Larga Duración otorgan la posibilidad, por ejemplo, de comprender las complejas interacciones que ocurren entre el suelo, las comunidades vegetales y el clima. Permiten responder preguntas relacionadas con el desfasaje entre la causa y su efecto, encontrar umbrales críticos, determinar tendencias cíclicas y conocer qué eventos son raros y/o extremos. Mediciones frecuentes sobre variables de interés y a lo largo de varios ciclos agrícolas permiten captar efectos dinámicos.

Leonardo Coll, ingeniero Agrónomo Magíster e investigador del departamento de Producción del INTA Paraná.

«Estamos abordando este tema desde hace unos años, en el contexto de los conflictos que hay entre los sectores ambientalistas y los sectores productivos, los problemas que hay en las periferias de las poblaciones, tanto pueblos como ciudades del interior, donde la actividad con pulverizadoras está restringida. Entonces, esos sectores o quedan improductivos o hay que transitar la transición hacia la agroecología», describió Leonardo Coll, ingeniero Agrónomo Magíster e investigador del departamento de Producción del INTA Paraná.

En ese sentido, explicó que lo que se busca con este tipo de experimentos es «evaluar qué se gana y qué se pierde con los sistemas de transición agroecológica frente a los sistemas donde uno puede hacer pulverizaciones con fitosanitarios».

Rotación de cultivos y sequía

«Este experimento trata de solucionar una situación más difícil todavía, que son secuencias 100% agrícola. A pesar de que hacemos cultivos de cobertura y tratamos de mantener una secuencia relativamente intensa, que tiene trigo, soja de segunda un año y al año siguiente un cultivo de cobertura consociado, con especies leguminosas, gramíneas y brasicáceas. Una vez suprimido ese cultivo cobertura, se realiza un maíz tardío, es decir, hay cuatro cultivos en un plazo de 2 años», agregó.

Sobre el impacto de la sequía, Coll aseguró que «fue predominante y fue creciendo». Asimismo, sostuvo que, en esta intensa secuencia de cultivos, la sequía muchas veces les jugó en contra en los procesos competitivos entre la maleza y el cultivo.

Experimentos libre de agroquímicos y con control de maleza mecánico

Cabe aclarar que, para el desarrollo de estos experimentos, la principal premisa es que la utilización de agroquímicos sea nula o mínima. Según comentó el ingeniero, este objetivo se cumplió con éxito aunque aclaró que se utilizó únicamente un «insecticida contra chinche en una soja de segunda».

Al no utilizar fitosanitarios, el control de malezas queda a cargo de herramientas mecánicas. «Son rejas planas que permiten resetear el lote antes de la siembra, también algunos carpidores entre surcos o también, como en los cultivos de cobertura, un rolado. A partir de la cobertura que genera ese cultivo, se impide la aparición de las malezas», especificó Coll.

El desafío de la agroecología en los sistemas extensivos

Los ensayos permiten trabajar a pequeña escala con una intensidad que es complicada replicar en grandes extensiones productivas. De esta manera, las pruebas concluyen que los sistemas agroecológicos funcionan de manera muy satisfactoria pero, a la vez, no resulta tan sencillo poder trasladarlos a una producción de mayor volumen.

«En sistemas extensivos, todavía estamos lejos de tener tan claro cómo llevarlos a cabo. Esto se aborda desde una mirada interdisciplinaria. Es fundamental que todos los eslabones de este análisis que se realiza vayan aportando para lograr una recomendación para el productor, que sea eficiente y posible de alcanzar», consideró el ingeniero.

«Quizás es una percepción personal, pero deberíamos hacer mayor hincapié en tratar de reducir el impacto ambiental de los fitosanitarios, en pos de no reducir tanto la productividad de los sistemas. Reducir el impacto, tratar de mejorar la tecnología y la condiciones y medir mucho más qué grado de contaminación hay realmente», agregó Coll.