Empresas, productores y miles de referentes del sector intercambiaron experiencias y conocimientos para alcanzar un cultivo más preciso y sustentable.
El 31° Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa -Aapresid- contó con 300 disertantes y más de 180 charlas. Estuvieron presentes 104 empresas y hubo más de 60 medios cubriendo el evento, que reunió a un total de 7.800 asistentes durante los días 9, 10 y 11 de agosto en el Salón Metropolitano.
La Aapresid es una organización no gubernamental sin fines de lucro, integrada por una red de productores agropecuarios que, partir del interés en la conservación de su principal recurso, el suelo, adoptaron e impulsaron la difusión de un nuevo paradigma agrícola, basado en la Siembra Directa.
Esta nueva agricultura, procura aumentar la productividad sin los efectos negativos propios de los esquemas de labranzas. Y es una auténtica respuesta al gran dilema entre producción y sustentabilidad que hoy enfrenta la especie humana: producir alimentos, fibras y biocombustibles, manteniendo en equilibrio las variables económicas, éticas, ambientales y energéticas de nuestra sociedad.
Con el objetivo de aumentar cada vez más la sustantabilidad productiva, el congreso de la Aapresid resulta una cita obligada para los máximos productores del país y representa un evento de referencia a nivel internacional, debido a las novedades que los disertantes presentan.
«En Aapresid, el chacarero fue, es y será quien tracciona la innovación»
Marcelo Torres, presidente de la entidad, fue el encargado de tomar la palabra para dar inicio a los tres días cargados de conocimiento sobre agricultura de precisión. Remarcó la importancia de «superar los problemas coyunturales» y aprovechar «las oportunidades de mercado» que se presentan. Asimismo, destacó la figura del «chacarero, el hombre de campo», que motoriza la innovación y apuesta siempre a mejorar la calidad de sus cultivos.
«El productor argentino, a diferencia de otros productores del mundo, es un productor curioso, que innova, a través de la siembra directa, los silobolsas, el maíz tardío, entre un montón de otras cosas que hacen que el productor argentino lidere la innovación colaborativa, trabajando codo a codo con la ciencia y la tecnología», aseguró Torres.
Por otro lado, comentó sobre las condiciones que empujan a productores a roturar la tierra y volver a aplicar métodos de labranza. «En esta visión de corto plazo, como si fuera una pelea de un round, muchos productores recurren a soluciones que no son soluciones. Son rápidas pero no son la solución de los problemas de malezas, de compactación. Todo esto se podría abordar desde un sistema de siembra directa sustentable, con rotación de cultivos, uso de cultivo de servicio. En otras palabras, manteniendo verde los campos la mayor cantidad de tiempo posible», agregó.
En ese sentido, remarcó la necesidad de contar con «previsibilidad», para que «el productor pueda trabajar a largo plazo y planificar sus rotaciones, en un mercado dinámico, fluido, no intervenido y no encontrarse todo el tiempo con cambio de reglas de juego».
Nutrición de cultivos con nanotecnología
Agroestudio Rafaela, que trabaja en alianza con Kioshi Stone, realizó una enriquecedora disertación en el evento de la Aapresid. De la mano de los ingenierios Agrónomos Sebastián Gambaudo, asesor técnico, y Hernán Villada, socio Gerente, compartieron sus conocimientos y avances sobre nanotecnología aplicada a la nutrición de cultivos.
«Entramos a una zona del este de la provincia de Santa Fe, donde estábamos haciendo ensayos de nitrógeno, fósforo y, viendo los análisis, empezamos a ver un problema de acidificación de suelo. Corroboramos los análisis con otros laboratorios y empezaron las primeras experiencias que dieron lugar a muchos años de estudio y de trabajo que nos dedicamos a esto», indicó Gambaudo sobre el origen de la empresa, que comenzó a aplicar minerales para corregir el PH de los suelos.
El trabajo de «Cachi» Gambaudo es ampliamente reconocido en el sector productivo. Su rol dentro del INTA Rafaela le permitió, además, compartir sus experiencias y conocimientos a los productores durante muchísimos años. De igual manera lo hizo su desempeño como docente universitario.
Por su parte, Villada se refirió al recambio generacional y la inserción de la nanotecnología dentro de los procesos productivos. Con un lote demostrativo, reflejan los resultados concretos y reales de la mejora del suelo. «La característica principal de este lote demostrativo son los seis años de evaluación», afirmó.
«El mensaje que acabamos de dejar en la charla es que no nos quedemos solamente en el rendimiento, no nos quedemos solamente en el manejo a corto plazo, sino que tengamos ya una mirada más integradora como agrónomos, productores o como empresas, y empecemos a trabajar con estos nuevos indicadores químicos», explicó.